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Mostrando entradas de diciembre, 2021

21 Leyendas: la caída de la montaña

 Las fuerzas de los enanos se replegaron al paso ligero que les guiaba Token de nuevo entre los túneles. En el otro extremo de la ciudad, sus hermanos se iban retirando de la inminente invasión de aquellos seres que desbordaban en número las defensas que les tapaban el paso. Los seres deformes se introducían a duras penas por las puertas de la ciudad, pero su enorme tamaño les impedía el paso por lo que abrían mediante puños huecos en las paredes sin mucho éxito. Roin corría junto a Ere y Linfa, seguían los ligeros pasos de carrera de los enanos que iban formando una fila perfectamente coordinada donde la cabeza la presidía el rey, quien con un hacha dorada iba asestando golpes a los goblins que se encontraba. Finalmente, tras abrir unas puertas dobles de madera con adornos de cobre, la cual daba paso a un puente de piedra rodeado de un abismo oscuro que absorbía toda la luz que llegaba. Al final del puente una fortaleza se alzaba hacia lo alto de la montaña, protegida por unas pue...

20 Leyendas: La última senda

Tokën portaba un pico en cada mano y golpeaba con cada uno de ellos a un ritmo frenéticamente sincronizado. No se cansaba como el resto de compañeros, no cesaba en su velocidad, solo tenía un objetivo y era terminar aquel túnel que se habría paso bajo la ciudadela de los enanos. Al escuchar la voz de Linfa dirigió su mirada hacia los extraños, y una gélida atmósfera se quedo nublando por unos segundos en sus pupilas inyectadas en sangre hasta que finalmente reconoció aquella joven de cabello azul lo que provocó que soltara los picos y adornara sus mejillas con el rostro de la felicidad. -¡Linfa!- la gritó - ¡Sabía que tarde o temprano vendríais!- y corrió trotando hacia ella agarrándola de la cintura con los fuertes brazos que se reflejaban en sus músculos y levantándola varios centímetros del suelo sin apenas hacer esfuerzo en ello.  - Tokën ¡Me aprietas demasiado!- la presa que había formado al rededor de su cintura le hacía sentir la presión de una fuerza que no era igual a la d...

19 Leyendas: el camino de las cuevas. (II)

 Los pequeños hombres ayudaron a Roin a levantarse, mientras que otros recogían las partes aprovechables de los cadáveres. - No se como expresar mi gratitud - dijo Ere en un tono cordial aún con el nerviosismo en su cuerpo marcando las palabras. El hombre se acercó a ella y la tomó la mano con cuidado, después la besó y volvió a sonreír, siendo ya una característica propia suya. - Mirad, venir que os mostraré algo - le dijo a los aventureros a la par que hacía gestos con las en cogidas manos. Se acercó al cadáver que momentos antes había intentado insertar una lanza en el pecho del ermitaño dando aquel salto. Su pecho se había abierto de par en par por el impacto de aquel trueno, y un fino hilo de sangre caía por su boca. - Llevamos tiempo viendo a estos seres merodear por los bosques y estamos bastante preocupados que pueda estár ocurriendo - Con los rechonchos dedos abrió el párpado de aquel ser que yacía en el suelo, y en sus cuencas de los ojos solo se apreciaba un vacío oscuro...

18 Leyendas: el camino de las cuevas. (I)

 La carnicería había llegado a su fin, algunos pocos hombres habían conseguido escapar de aquella bestia que como un manto cubrió todo lo que tocaba con el color de la muerte. Por otro lado, los goblins habían conseguido esconderse a tiempo para que el número de bajas en sus filas no fuera tan notable. -Los humanos que se han escapado avisarán al resto de ellos, señor - dijo el ser con el bulto en la espalda al líder, el cual veía como aquella bestia seguía consumiendo carne entre sus fauces. -Para cuando quieran prepararse tendremos muchos más como eso con nosotros- respondió el líder mientras permanecía con su mirada fija en la bestia, mostrando en su sonrisa un atisbo de placer. Los primeros rayos de luz caían sobre aquel escenario sobrecogedor y el reflejo de estos se proyectaba contra los charcos de sangre que enrojecían el aire de la zona. Aquellos rayos golpearon a la bestia en su espalda que no se percató de lo que ocurría. Como el fuego que consume a su paso un bosque, una...